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Infección urinaria: (IU)

Es la inflamación de las estructuras del aparato urinario, ocasionada por un agente infeccioso.
IU complicada: Es la IU en el paciente que tiene anomalías funcionales o anatómicas del aparato urinario, alteraciones metabólicas o en su respuesta inmunológica, la relacionada con instrumentación o causada por gérmenes resistentes. Debido a la alta probabilidad de que el hombre con IU tenga una alteración subyacente, para su manejo se le incluye en el grupo de las IU complicadas.
IU recurrente: es la reiteración del episodio con una frecuencia anual de 4 veces o más. Si ocurre menos de 4 veces al año se la llama episódica. La IU recurrente debe diferenciarse en recaída y reinfección.

Etiología

La IU generalmente es monobacteriana. El germen más frecuente es Escherichia coli (85%), seguido por Proteus mirabilis, Klebsiella pneumoniae, Streptococcus agalactiae (en mujer gestante, anciano y diabético).

Con menos frecuencia es causada por otras enterobacterias, Pseudomonas aeruginosa, Enterococcus spp. o gérmenes no bacterianos como especies de Chlamydia y Mycoplasma.
Staphyloccocus saprophyticus es un agente relativamente frecuente de IU baja en la mujer con vida sexual actividad.
Staphylococcus aureus puede observarse en pacientes con sonda vesical o en IU hematógena. Staphylococcus epidermidis se considera como un contaminante de la piel y raramente causa IUC.
Hasta en 15% de personas con síntomas de IU no se aisla germen en el urocultivo.

Pilares diagnósticos

Paraclínica

La IU no complicada se observa preferentemente en mujeres sanas con vida genital activa. Este grupo requiere una mínima evaluación clínica.

a – Examen de orina y urocultivo.
Del examen de orina interesa en especial el sedimento.
Aunque en la práctica el urocultivo no se realiza en forma sistemática, se considera que es necesario en determinadas situaciones: IU recurrente o complicada, IU alta, embarada, sexo masculino, sospecha de germen resistente (procedente de Casa de Salud, instrumentación previa, administración reciente de antibióticos). Sirve para conocer el agente causal y su sensibilidad, así como para saber cual es la epidemiología en el área.
b – Test rápidos de diagnóstico con cinta reactiva: b.1) Detección de nitritos en la orina. Es positivo cuando en la orina hay bacterias que reducen los nitratos. La prueba tiene alta especificidad pero poca sensibilidad. b.2) Test de estearasa leucocitaria. Es menos sensible que el estudio leucocitos en microscópico, pero resulta una alternativa útil y práctica de detectar piuria. En personas con IU no complicada tiene una sensibilidad de 75 a 96% y una especificidad de 94 a 98%.
c – Hemocultivos (2), con antibiograma. Practicarlo siempre en IU altas, especialmente si hay fiebre y chuchos. Hasta en un 40% los resultados pueden ser positivos.
d – Estudios imagenológicos en:

IU baja recurrente, si se sospecha anomalía urológica
IU alta que recurre o si se sospecha litiasis u obstrucción, aunque es infrecuente encontrar anomalías si la respuesta al tratamiento es rápida
Sexo masculino

Diagnóstico

Interpretación de los resultados de la paraclínica
Si leucocituria, hematuria y test rápidos son negativos, la posibilidad de no tener IU es de 98%.
Si el urocultivo es positivo con más de 105 UFC/ml, en la orina obtenida del chorro medio, el diagnóstico de infección urinaria se confirma en 92% de casos si el germen aislado es gramnegativo y en 70%, si es grampositivo.
Recuentos entre 105 y 103 UFC/ml, si el paciente es sintomático o si el germen es S. saprophyticus o Enterococcus spp. hacen diagnóstico de IU.
En el hombre, donde la contaminación de la orina es menos probable, 104 UFC/ml es muy sugestivo de IU.
Si la muestra de orina se extrajo por punción suprapúbica, cualquier número de bacterias tiene valor.
Si el test de estearasas leucocitarias es positivo y el urocultivo negativo, se sospecha uretritis por Chlamydia spp. y se realiza tratamiento según las normas de ETS.

Si en el urocultivo desarrolla flora polimicrobiana, sospechar contaminación y repetir el estudio. Sin embargo hay situaciones en que la flora puede ser polimicrobiana: portador de sonda vesical, vejiga neurógena, fístula vésico-intestinal o vésico-vaginal.
Cuando el urocultivo es positivo y el paciente está asintomático, es necesario repetir el estudio.
En la embarazada la IU debe buscarse sistemáticamente, mediante urocultivo mensual.

 

El diagnóstico puede ser difícil en el adulto mayor ya que las manifestaciones pueden ser inespecíficas, los síntomas urinarios (incluso la fiebre) estar ausentes, tener sólo síntomas urinarios bajos cuando la IU alta está también presente. Por otro lado los síntomas urinarios bajos pueden relacionarse a causas no infecciosas y la presencia de bacteriuria en el paciente febril no siempre indica que la IU sea la causa de la fiebre, dada la alta frecuencia de bacteriuria asintomática a esta edad. Tampoco la piuria es un marcador de IU en este grupo de pacientes, habiéndose encontrado que la sensibilidad del test de estearasas leucocitarias es de 83% y la especificidad de 52% para piuria.

Diagnóstico diferencial

La anamnesis, el examen físico y la paraclínica sirven para diferenciar cistitis, de uretritis aguda y vaginitis, frecuentes en la mujer con vida genital activa, donde los gérmenes causales y su tratamento son diferentes.

Tratamiento

Para el manejo terapéutico es necesario distinguir las siguientes entidades:

Mujer joven con cistitis aguda no complicada
Mujer joven con cistits recurrente
Mujer joven con pielonefritis aguda no complicada
Cualquier adulto con IU complicada
Cualquier adulto con bacteriuria asintomática
Infección urinaria asociada al cateter.

1) Medidas generales:

Cualquiera sea la forma de IU:
* Ingesta hídrica abundante, 2 a 3 litros en 24 horas
* Corrección de hábitos miccionales: micciones c/3 horas y después de la relación sexual
* Corrección de hábitos intestinales (constipación)
* Higiene anal hacia atrás, en la mujer
* Tratar infecciones ginecológicas

2) Principios del tratamiento

Cistitis

La cistitis no complicada se trata empíricamente sin realizar urocultivo. Este se hace necesario en: formas recurrentes o complicadas, embarazo, varón, sospecha de germen resistente
Duración del tratamiento 3 días, salvo nitrofurantoina 7 y fosfomicina monodosis.
Debe prolongarse a no menos de 7 días en: embarazada, diabética, mayor de 65 años, hombre, falla del tratamiento, infección recurrente (recaida o reinfección) y cistitis complicada
Pielonefritis

Son necesarios el urocultivo y el estudio de sensibilidad de los gérmenes
Hemocultivos (2)
Iniciar el tratamiento inmediatamente después de hacer las tomas microbiológicas
El tratamiento empírico inicial es guiado por el Gram de la orina
Hospitalización y tratamiento inicial por vía parenteral en: formas severas o complicadas, embarazo o intolerancia a medicación oral.
Duración media del tratamiento: 10 a 14 días

 Selección del plan de antibióticos

El plan empírico de antibióticos se selecciona según: a) los gérmenes que con mayor frecuencia producen IU y sus respectivos patrones de sensibilidad en el medio, b) las cualidades del antibiótico (espectro de actividad, absorción, distribución y eliminación), c) tipo de IU, d) características del huésped.
El antibiótico seleccionado debe alcanzar buena concentración en orina
En IU alta también debe alcanzar buena concentración en sangre y parénquima renal
Entre varios agentes de igual eficacia preferir el menos tóxico, con menos efectos secundarios, más fácil de administrar y de menor costo económico; cuidando siempre de retardar la selección de cepas resistentes.
Para iniciar un tratamiento empírico se prefieren las FQ. La alta tasa de resistencia de los gérmenes a aminopenicilinas, aminopenicilinas/IBL, cefalosporinas de I G y TMP/SMX, hace que estos antibióticos sólo se usen cuando se conoce que el germen es sensible a ellos.
Cuando a las 48 o 72 horas se conoce el germen, su sensibilidad y la respuesta clínica, se hace la adaptación terapéutica correspondiente.
Conocido el germen y su sensibilidad se prefieren las FQ y TMP/SMX porque erradican el germen de los reservorios (intestino, vagina y uretra) con lo que disminuyen las recurrencias.
Después de 48 horas de defervescencia el tratamiento puede seguirse por v.o.

Antibióticos utilizados en IU

a) Quinolonas.

El ácido pipemídico integra la primera generación de quinolonas y es útil para el tratamiento de IU bajas. Las fluoroquinolonas (FQ: norfloxacina, pefloxacina, ciprofloxacina) son antibióticos bactericidas, muy activos contra Enterobacteriaceae y otros bacilos gramnegativos. Ciprofloxacina es la FQ más activa contra P. aeruginosa. Tienen buena actividad contra Staphylococcus spp., aunque son poco activos frente a otros cocos grampositivos. Adquieren buena concentración en los tejidos, incluyendo próstata y penetran dentro de las células. Su buena absorción digestiva permite administrarlos por v.o. una vez obtenida la mejoría por vía i.v. Norfloxacina se prefiere para IU bajas porque adquiere buena concentración en orina, aunque baja en sangre y es de menor costo que ciprofloxacina. Las quinolonas son eventualmente utilizables en la embarazada, después del 2º trimestre, cuando lo exige la resistencia del germen a los betalactámicos.

b) Aminoglucósidos.

Son antibióticos bactericidas, especialmente activos frente a bacilos gramnegativos. Se los puede usar en monoterapia para tratar IU. Potencian a las aminopenicilinas cuando se tratan infecciones por Enterococcus spp. Se los usa durante breves períodos por sus potenciales efectos tóxicos, especialmente durante el embarazo. Cuando se administra la dosis diaria total en 1 sola vez aumenta su eficacia y disminuye su toxicidad, a la vez de verse facilitada su administración.

c) Aminopenicilinas/inhibidores de la betalactamasa (IBL).

 Aunque pueden ser útiles contra enterobacilos (E. coli, Proteus spp, Klebsiella pneumoniae), el nivel de cepas resistentes no permite usarlos en forma empírica, sino después de conocida la sensibilidad del germen. Son útiles en la embarazada por carecer de efectos tóxicos para el feto.

d) Cefalosporinas. Las de primera generación (cefalexina, cefradina) son activas contra enterobacilos sensibles. Por el alto nivel de resistencias que han adquirido estos gérmenes, no se las incluyen en los planes empíricos de tratamiento. Son útiles cuando se conoce que el agente es sensible y en la embarazada porque no son tóxicas para el feto. Las de segunda generación (cefuroxime, cefuroxime-axetil) y las de 3ª generación (ceftriaxone y cefotaxime) tienen una actividad antibacteriana similar frente a los microorganismos que con mayor frecuencia producen IU. Para racionalizar el uso de las cefalosporinas, evitar sobreinfecciones y desarrollo de resistencias, debieran usarse las de 2ª generación para infecciones leves o moderadas y las de 3ª generación para infecciones más graves y bacteriémicas. Ceftazidime debiera reservarse para Pseudomonas y otros bacilos gramnegativos resistentes a los antibióticos ya mencionados.

e) Trimetoprim/sulfametoxazol (TMP/SMX).

 Aunque por el alto nivel de cepas resistentes no está indicado para un tratamiento empírico, es muy útil cuando se conoce que el germen es sensible, pues los elimina del reservorio de origen (vagina) con lo que se disminuye el riesgo de recaidas.

f) Fosfomicin-trometamol.

 Alcanza buenas concentraciones urinarias y es bactericida contra las bacterias grampositivas y gramnegativas que con mayor frecuencia producen IU.

g) Nitrofurantoina.

Es antiséptico y alcanza buenas concentraciones urinarias, pero no a nivel de los reservorios. No es aconsejada en el primer trimestre de embarazo.

DOSIS ACONSEJADAS DE ANTIBIÓTICOS Y VIAS DE ADMINISTRACIÓN

Quinolonas:

ácido pipemídico 400 mg c/12 h v.o.
norfloxacina 400 mg c/12 h v.o.
ciprofloxacina 250 a 500 mg v.o, o 200 a 400 mg c/12 h., i.v., según el cuadro clínico
pefloxacina 400 mg c/12 h v.o.o i.v.

Aminoglucósidos:

gentamicina 3 a 5 mg/quilo/d, en 1 a 3 dosis i.v.
amikacina: 15 mg/quilo/d, en 1 o 2 dosis i.v.

Aminopenicilinas:

ampicilina 1 g c/6 h, i.v.
amoxicilina 500 mg c/6-8 h, v.o.
amoxicilina/clav. 500/125 mg c/8 h, v.o.

Cefalosporinas:
cefalosporina 1ª G (cefalexina o cefradina 500 mg c/6 h o cefadroxil 1 g c/12 h) v.o.
cefuroxime 500 a 750 mg c/ 8 h, i.v.
cefuroxime-axetil 250 a 500 mg c/12 h v.o, según el cuadro clínico
cefotaxime 1 g c/6 h, i.v.
ceftriaxona 2 g/d, i.v.
ceftazidime 1 a 2 g c/8 h, i.v.

Otros:
TMP/SMX 160/800 mg c/12 h, v.o.
fosfomicina 3 g v.o. dosis única
La resistencia de los uropatógenos a las aminopenicilinas, aminopenicilinas /IBL, cefalosporinas de 1ª generación y TMP/SMX es alta, por lo que no es conveniente usarlos para un tratamiento empírico, aunque son útiles si se conoce que el germen es sensible.

Bibliografía:

Busqueda de infeccion urinaria, disponible en:

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000521.htm

http://www.infecto.edu.uy/terapeutica/guiaatb/iu.htm

Cefalosporinas en afecciones respiratorias

CEFALOSPORINAS CON ACTIVIDAD POR VÍA ORAL. Las cefalosporinas de «primera generación» con actividad por vía oral, cefalexina, cefradina y cefadroxilo, y las cefalosporinas de «segunda generación», cefaclor y cefprozilo, muestran un espectro antimicrobiano parecido. Se utilizan en las infecciones urinarias, que no responden a otros medicamentos o que ocurren durante el embarazo, así como en infecciones respiratorias, otitis media, sinusitis e infecciones de la piel y tejidos blandos.

La cefpodoxima proxetilo posee más actividad que las demás cefalosporinas por vía oral frente a los patógenos bacterianos respiratorios y está autorizada en las infecciones respiratorias altas y bajas.

La cefpiroma está autorizada para las infecciones urinarias, respiratorias bajas y cutáneas, la bacteriemia y las infecciones asociadas con neutropenia.

Se puede administrar en:

  • Infecciones del tracto respiratorio: amigdalitis, faringitis, neumonía lobar causadas por S. pyogenes, S. pneumoniae , H. influenzae, Staphylococcus spp.

Posología

El rango de dosis usual diaria para infecciones respiratorias altas y de piel y tejidos blandos es de 250 mg cada 6 horas, o 500 mg cada 12 horas.

Indicacciones

  • Infecciones del tracto respiratorio: Otitis media, faringitis estreptocócica, sinusitis subaguda y crónica.
  • Infecciones respiratorias; neumonía neumocócica.
  • Infecciones de las vías respiratorias altas: bronquitis aguda y crónica, sinusitis aguda y crónica, faringitis, tonsilitis, otitis media y epiglotitis.
  •  Infecciones de las vías respiratorias bajas: neumonía

 

 Bibliografia:

1. http://www.galeno21.com/INDICE%20FARMACOLOGICO/CEFRADINA/articulo.htm

2. http://www.imedicinas.com/GPTage/Obrir.php?ident=ca05se01sb02gm01

3. http://www.minsa.gob.ni/bns/cimed/pdf/antimicrobianos_pdf/2_Cefalosporinas.pdf

Uso de las Cefalosporinas en afecciones de la piel y tejidos blandos:

Las infecciones de la piel causadas por bacterias piógenas, principalmente estafilococos y estreptococos. Representan el diagnóstico dermatológico lás frecuente en el niño y la forma más común es el impétigo.

IMPÉTIGO

Infección cutánea superficial causada por Streptococcus pyogenes, Staphylococcus aureus o ambos. Clínicamente es imposible distinguir el impétigo estafilocócico del estreptocócico. Existen dos formas clásicas: impétigo no ampolloso y impétigo ampolloso.

Impétigo no ampolloso (microvesiculoso o contagioso)

Pequeñas pápulas eritematosas que rápidamente evolucionan a una vesícula de pared delgada y base eritematosa, se rompe rápidamente y forma un exudado que se seca formando costras amarillentas melicéricas.

 Impétigo ampolloso

Ampollas superficiales de 1 a 2 cm de diámetro, de paredes lisas con contenido inicialmente transparente y más tarde turbio. La ampolla se rompe con facilidad dejando una superficie erosiva eritematosa con apariencia exudativa que se cubre de una costra fina. Las lesiones aparecen agrupadas en número de 3 a 6 limitadas a una zona.

 

Aunque las lesiones pueden asentarse en cualquier área de la superficie corporal, lo más frecuente es que aparezcan en zonas expuestas de lacara, alrededor de los orificios de la boca o nariz y las extremidades.

Existe una tendencia a la curación espontánea sin cicatriz pero pueden dejar hipopigmentación residual.

Diagnóstico

Se basa en el aspecto clínico de las lesiones: costras melicéricas (impétigo estreptocócico) o ampollas flácidas (impétigo estafilocócico) con superficie erosiva. La confirmación se realizará mediante Gram y cultivo del contenido líquido o de la superficie de la lesión.

Diagnóstico diferencial

Impétigo no ampolloso: debe establecerse con el herpes simple, la tiña de piel lampiña y el eczema agudo.

Impétigo ampolloso: debe establecerse con la necrolisis epidérmica tóxica por fármacos, picaduras con reacción ampollosa y la epidermolisis ampollosa.

Protocolos diagnósticos y terapéuticos en dermatología pediátrica:

Tratamiento

1. Eliminación de las costras con compresas húmedas o clorhexidina (o similar), así se disminuye el riesgo de extensión.

2. Tratamiento antimicrobiano tópico. Existen múltiples preparados pero dos destacan por su actividad y tolerancia.

a. Ácido fusídico

b. Mupirocina

Limitan la transmisión y son útiles para las formas localizadas.

3. Antibióticos sistémicos, producen una curación más rápida y evitan la enfermedad supurada más profunda.

Indicaciones

• Formas de impétigo con múltiples lesiones o de gran extensión.

• Localizaciones difíciles de tratar (zonas periorales, pliegues).

• Si existen factores subyacentes como dermatitis atópica o diabetes.

• Si afecta a varios miembros familiares o escolares.

Antibióticos: tienen que ser efectivos frente a estafilococos y estreptococos.

  1. Amoxicilina-ácido clavulánico

    2.  Cefalosporinas de 1ª y 2ª generación

    3. Macrólidos

4. Buena higiene general, recortar las uñas y evitar asistencia a guarderías hasta la curación de las lesiones.

ECTIMA

Infección más profunda que el impétigo producida también por estreptococos, estafilococos o la asociación de ambos.

Se inicia como un impétigo pero se extiende a la dermis dando lugar a la formación de una  úlcera profunda bien delimitada recubierta de costras necróticas adheridas.

Se acompaña de linfangitis y linfadenitis regional. Cura dejando una cicatriz residual. La localización más frecuente es en brazos y piernas.

Diagnóstico

Clínico y se confirma con Gram y cultivo de frotis de la úlcera. 3 aplicaciones al día / 7-10 días

Diagnóstico diferencial

Tiene que establecerse sobre todo con el ectima gangrenoso por Pseudomonas aeruginosa y con el pyoderma gangrenoso de las enfermedades inflamatorias intestinales.

Tratamiento

1. Eliminación de las costras con compresas húmedas o clorhexidina.

2. Aplicación de pomada antibiótica para disminuir contagio y útil si la lesión es muy inicial y pequeña.

• Ácido fusídico y mupirocina

3. Antibióticos sistémicos frente a estafilococo y estreptococo

• Amoxicilina-ácido clavulánico

  • cefalosporinas de 1ª y 2ª generació y macrólidos.

Antibióticos a base de piel de rana

Gráfica ranafrog.org.au 
 
 Un equipo de investigadores internacional, liderado por la Universidad de Emiratos Árabes Unidos en Abu Dhabi, ha descubierto en la piel de la rana de patas amarillas de las estribaciones una sustancia que sería capaz de eliminar cepas de bacterias superresistentes a los antibióticos como el ‘estafilococo aureo’ resistente a la meticilina (SARM), responsable de la mayoría de las neumonías letales originadas en hospitales.

 El proyecto, que incluye a investigadores de Japón, Francia y Estados Unidos, entre otros, ha sido presentado durante la 240 Reunión Anual de la Sociedad Química Americana, que se celebra estos días en Boston (Estados Unidos). Entre otros descubrimientos, también han hallado que la rana visón posee en su piel compuestos efectivos frente a la ‘bacteria iraquí’, muy común entre los soldados occidentales que son heridos en Irak.

 “La piel de las ranas es una fuente con un excelente potencial para generar agentes antibióticos”, ha explicado uno de los líderes del proyecto, Michael Conlon, bioquímico de la Universidad de Abu Dhabi. En este sentido, los científicos del proyecto analizan en la actualidad las secreciones de la piel de más de 6.000 especies de ranas y han purificado y descrito la estructura química de alrededor de 200 compuestos con potencial antibiótico.

 Los investigadores llevan años tratando de aislar estos microbicidas para adaptarlos al consumo humano y crear nuevos medicamentos que sean efectivos contra bacterias, virus y hongos resistentes a los actuales tratamientos. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, los especialistas se encuentran con que esos compuestos, eficaces contra los microbios, son altamente tóxicos para el ser humano o son destruidos demasiado rápido por el sistema inmune de los mamíferos.

En esta línea, el equipo dirigido por Conlon ha descubierto un nuevo método para reducir esa toxicidad modificando la estructura molecular de estas sustancias, consiguiendo al mismo tiempo aumentar su capacidad como microbicidas. Del mismo modo, los científicos han identificado cómo, bloqueando la acción de ciertas enzimas presentes en el torrente sanguíneo, los componentes de la piel de la rana pueden permanecer más tiempo en el organismo y pueden combatir mejor las infecciones.

EVITAR NUEVAS RESISTENCIAS

“Las sustancias antibióticas con las que trabajamos utilizan una vía de acción tan poco frecuente que hace muy difícil a los microbios causantes de enfermedades desarrollar resistencias a corto plazo”, comenta Conlon. Así, este experto vaticina que los primeros medicamentos basados en los compuestos de la piel de rana podrían entrar en fases de ensayo clínico con humanos en los próximos cinco años.

A este respecto, Conlon prevé que las compañías farmacéuticas podrían desarrollar también con estos químicos nuevas cremas o ungüentos para tratar afecciones cutáneas o fármacos inyectables que ayudaran a superar la resistencia a los tratamientos. Además, apunta, “con estos descubrimientos se ayudará a proteger la biodiversidad, ya que muchas de las ranas con propiedades medicinales viven en hábitats amenazados por la acción del hombre”. 

Bibliografía: Búsqueda de noticias de antibióticos disponible en: http://primicias24.com/salud/antibioticos-a-base-de-piel-de-rana/  actualizado el 27 de Agosto de 2010

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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EFECTOS ADVERSOS

Efectos que necesitan atención inmediata

Mas frecuentes: eosinofilia. Menos frecuentes reacciones alérgicas, específicamente anafilaxia (broncoespasmo, hipotensión); necrólisis epidérmica tóxica; eritema multiforme o síndrome de Stevens Johnson; hipoacusia; anemia hemolítica inmune; disfunción renal; reacción similar a enfermedad del suero; convulsiones. Ceftriaxona puede producir “lodo” biliar o pseudolitiasis.

 

Efectos que necesitan atención si son persistentes

Mas frecuentes (Menos frecuentes con algunas cefalosporinas): trastornos gastrointestinales, incluyendo calambres abdominales, diarrea leve, náusea o vómito; cefalea; candidiasis oral, cambios en las heces, con cefixima; candidiasis vaginal. Menos frecuentes o Raros: vértigo; fiebre; dispepsia; flatulencia; prurito genital; prurito, en piel; erupción de piel; vaginitis.

 

Efectos indicadores de posible colitis pseudomembranosa

Calambres estomacales o abdominales y dolo severo; sensibilidad abdominal; diarrea acuosa severa que puede ser sanguinolenta; fiebre. La presencia de estos efectos necesita atención médica si ocurren después que el tratamiento es descontinuado.

EFECTOS CLINICOS

Tromboflebitis (1 %). Dolor en el lugar de la inyección intramuscular. Náuseas, vómitos y dolor abdominal (3 %) con los preparados orales. Diarrea inespecífica o por Clostridium difficile. Las cefalosporinas parenterales se excretan por la bilis (cefoperazona; ceftriaxona; moxalactán ); causa diarrea en el 2 % de los casos; la ceftriaxona puede originar la aparición de barro biliar.

Reacciones de hipersensibilidad (2 %): prurito, exantema; anafilaxia, fiebre, enfermedad del suero, adenopatías. La incidencia es inferior a la observada con penicilina; alrededor del 10 % de pacientes alérgicos a la penicilina presenta alergia a las cefalosporinas. No se recomienda el empleo de cefalosporinas si existen antecedentes de anafilaxia a la penicilina; no se disponen de pruebas cutáneas que permitan predecir la existencia de alergia a las cefalosporinas.10-16 A dosis muy altas en presencia de insuficiencia renal pueden producir encefalopatía y convulsiones (excepcional). Nefritis insterticial, en particular en pacientes mayores de 60 años. Colonización y sobreinfección por Candida spEnterococo, con mayor frecuencia con cefoxitina.

Las cefalosporinas que tienen radical metiltiotetrazol en la posición 3 (cefamandol, cefmetazol, cefoperazona y cefotetán) pueden originar: reacción tipo disulfirán si el paciente ingiere alcohol, también bloquean la síntesis de protrombina y otros factores dependientes de la vitamina K, con el consiguiente riesgo de hemorragia, durante la administración de estas cefalosporinas a dosis altas o por tiempo prolongado a pacientes ancianos debilitados, es necesario determinar periódicamente el tiempo de protrombina y administrar vitamina K.

 

Bibliografía:

 

IMAGENES DE MUESTRA

 

Anafilaxia

Alergias

Anemia Hemolìtica